[Novela] Do not think it's true :) |
Mercedestamy « Censeur » 1507486800000
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Prólogo Acá, encerrado, creo que estoy incluso más orgulloso de lo que estaba, cuando era libre. A pesar de extrañar salir a la calle y ver el sol, me siento contento de no seguir teniendo el peso que llevaba antes. No era vida aquella, ni está tampoco, pero, me considero lo suficientemente tranquilo de no seguir bajo las humillaciones y ordenes del resto. O eso creía Anaís Yo sé que no es mi culpa, pero no puedo evitar pensar en que sí lo es, me siento sola en esto, me siento humillada, avergonzada. 2 horas antes... —Vaya día fue ayer, espero que hoy mejore, dice Anais, desesperanzada. —Confío en que hoy van a estar bien las cosas, tranquila. Terminá de comer tu tostada, eso te dará más energías. —Claro, asiente con la cabeza. Pocos minutos después. —¡Jonathan! ¡Bajá a desayunar ya mismo, es re tarde!, dice su madre, levantando levemente la voz en dirección a la escalera. —¡Ya voy!, dice Jonathan, realizando la misma acción que su madre anteriormente. Rápidamente, Jonathan baja de las escaleras a toda velocidad con el objetivo de desayunar unas deliciosas tostadas con queso. —¡¿Pero qué es esto?! ¡Ni siquiera te cambiaste, estás despierto hace 40 minutos, y seguís igual que cuando te despertaste! ¡¿Qué estuviste haciendo?!, dice alterada. —Estaba viendo la tele, ¿por qué? —¡Sos un desastre!, alteradamente dice su madre. Unos minutos más tarde. —¿Ya están listos? —Síiii, asienten a coro ambos. —Esperen un momento, ella se acerca a Jonathan para acomodarle la corbata, luego de eso, se acerca a Anais y le estira la falda. —Ahora sí, que tengan un buen día chicos, se acerca a ambos para darle un beso de despedida, y luego de salir del portón, se dirigen hacia el autobús, que los estaba esperando para seguir por su recorrido. Entre unos 30 y 45 minutos de viaje por el autobús escolar, sucedía lo que comúnmente allí, los 2º ciclo de primaria, que levantaban la voz notablemente, mientras se molestaban entre sí, en cuanto a la otra parte de el autobús, los de 1º ciclo de secundaria, gran parte estaba sentado al lado de sus amigos, charlando, otros solitarios escuchando música, y los típicos matones de los cursos, que se estaban insultando en el final del autobús. Y como siempre, yo estaba sentada al lado de la ventana, leyendo un cómic re-leído unas 4 o 5 veces. Cuando todo parecía normal, se notaba como uno de aquellos matones, se paraba en pleno recorrido, y sujeto a un chico de 2º año, que estaba escuchando música y había opinado sarcásticamente sobre la disputa que se estaba generando entre los bravucones, fue enviado directo al piso, y fue allí cuando el conductor se percató de lo que estaba sucediendo, y de inmediato, frenó el autobús en una esquina. —¡¿Qué es todo ese revuelo?!, dijo muy tenso este sujeto particular. Todos quedaron en silencio al escuchar la voz del conductor. Rápidamente el bravucón volvió a su sector, en la parte trasera del autobús, como si nada hubiese sucedido, esta acción, genero muchas risas de parte de casí todas las personas del vehículo, el simple hecho de observar el miedo que tenía el supuesto peligroso matón este. Kile Mientras estaba en el suelo, arrepintiéndome de opinar sobre la disputa, me retorcía del dolor en el piso del autobús, y fue allí cuando todo empeoró, el conductor se levanto de su asiento para ver que generaba tantas risas, y tantos ruidos. Me observaba en el piso, y cuando yo creía que este sujeto me iba a ayudar, e iba a preguntar quién había generado esto, fue todo lo contrarío. Comenzó a gritarme, y creía que era yo, quién había generado las repercusiones en el vehículo. —¡¿Qué hacés ahí tirado?!, dijo levantando la voz de una forma bestial —¡¿Así que esta es la razón por la que se generó este alboroto?! ¡¿Vos?!, muy alteradamente el conductor lo decía. Del dolor que yo tenía, me era imposible hablar y defender mi posición, así que no pudé hacer nada al respecto de la situación. Este chofer, tenía la particularidad de que siempre, bajo ninguna circunstancia, admitía las peleas o repercusiones notables en su autobús, y a quienes las generaban, las exiliaba de su vehículo, por más lejos que este de la institución, o por más horrible que este el clima, los despojaba de el vehículo Y yo no era la excepción. —¡Te retirás inmediatamente de mi vehículo!, se paró firmemente, y me sujetó del brazo con mucha fuerza, fue allí, cuando abrió una de las puertas del autobús, y me alejó del mismo. Mientras me bajaba del vehículo, se escuchaban los murmuros de todo el autobus, y allí estaba yo, parado en medio de la calle, sin saber que hacer. Notablemente, este no era mí día, y no me quedó más remedio que elegir entre, asistir a la escuela, luego de tanto alboroto, y llegando tarde por el hecho de ir a pie, o volver a mi casa. Anaís Mientras recién iba por la página 35 de mi cómic, me percaté de la disputa entre el bravucón y el chico de 2º año, me daba algo de pena verlo en el suelo del autobús, sin que nadie lo ayudase. Es que yo lo habría hecho, pero, no sé, el hecho de que ya de por sí me molestasen, imaginate, sí los que me molestaran se enterasen de que ayude a alguien al que un matón lastimó, los aún 4 años de secundaria que me restaban, serían aún más terribles de lo que ya presiento que serán. Mientras ocurría una escena entre el conductor y el chico del autobús, se escuchaban murmuros, risas, y abucheos, luego de que bajó el chico, seguí con el cómic, olvidando donde lo había dejado, y volviendo a empezar la página. Pasaron finalmente los 45 minutos de viaje, y se veía abordar a todos los chicos del autobús, en un abrir y cerrar de ojos, casí todos ya habían bajado, y yo, concentrada en mi cómic, si quiera me di cuenta de que habíamos llegado, Jonathan, me regresó a la realidad, llamandome la atención para que bajasemos. —Anaís, Anaís ¡Anaís! ¡Vamos, bajemos!, dice Jonathan recordandome que ibamos a la escuela, y no al picnic familiar de los domingos. —Oh, oh, ya llegamos?, dije yo, advirtiendo la situación. —Sí!, vamos!. Asentí con la cabeza. Ambos bajamos del autobús, estabamos en plena primavera, y por mañana que fuera, hacían 23º, y teniendo en cuenta de que la temperatura iba a superar los 28º, sabía que el día no sería muy refrescante, que digamos. Eran 5 para las 8:00 AM y todos estaban en los pasillos, con amigos, rumbo a sus cursos, siempre es bueno llegar antes, para conseguir los mejores lugares del día. Mi hermano se despide de mí, y yo olvido por qué, hasta que recordé que él esta en 5º de primaria, y yo 1º año, cada uno tenía que ir para su sector. Me despedí, y me dirigí hacía mi curso. Mientras iba hacía allá, escuchaba murmuros y risas detrás mío, temía que fueran las chicas de mi curso, que solían molestarme, era un grupo de 4 chicas, Whitney, Elena, Elizabeth y Sofía. Ellas me hacían la vida imposible, era una de las tantas razones, por las que volvía llorando a mi casa. —Pff, mira la gorda, se le enrolla la ropa entre su grasa, entonces, se carcajearon detrás mío, de forma de que yo me percatase de sus presencias. —Esas piernas de pollo, deben estar todas sudadas, seguían murmurando. —¡Qué asco!, dijeron a coro, 2 de ellas, y se siguieron ríendo. Me fuí al salón con un mal sabor de boca, y con los ojos llenos de lagrimas, por suerte, no era tan evidente. Me senté en la anteúltima fila del curso, no quería parecer tan evidente el hecho de que me hubiera afectado, pero, tampoco me sienta a gusto estar frente a todo el curso y que cualquier error que yo cometa, lo observen todos. Mientras el profesor dictaba clase, seguí leyendo mi cómic, ni siquiera advertí el hecho de que estas 4 niñas molestas, iban a denunciarme con el profesor, por no prestarle atención De un momento a otro, el profesor estaba parado delante mío con enfurecimiento, jamás me habría dado cuenta de que el profesor me estaba pidiendo explicaciones, yo seguía enterrada en mi cómic leyendo, hasta que... —¡¿Entonces?!, decía con una voz gruesa, pidiendo una respuesta válida para mi falta de atención en clase. —¿Qué? —¡¿Acaso ha escuchado algo de lo que he dicho?!, alteradamente me lo comunicaba frente a todo el curso. Se escuchaban los murmuros de Whitney y compañía, riéndose de la situación. —Ehm, s-sí, se veía de lejos que no era una certeza. —Ajá, entonces, quiero que pase al frente y explique lo que estuvimos hablando. Me moría de vergüenza de solo pensar como todos se reirían de las estupideces que iba a decir. —C-claro... Pasé entonces al frente, y el profesor me insistió simultáneamente que hablase de el tema. No estaba siquiera enterada de que había un profesor dictando clase, ¿cómo sabría yo de que hablaban?. Intenté refugiarme viendo a la pizarra, y en búsqueda de de algún apunte escrito sobre el tema, no encontré nada más que la fecha, y que decía "Física". En ese momento, estaba parada frente a todo el curso, y comencé a improvisar algo. —Ehm, pues, el... el... la, fuente de rayos gamma es una fuente de energía altamente elevada y... Se oían los murmuros en el curso, y la poca sorpresa del profesor, al darse cuenta de lo que yo hablaba, no tenía ni la más mínima igualdad con el tema. —Señorita Anais, estábamos conversando sobre los elementos y propiedades de los gases nobles, para ser exactos, del neón y el argón. Así que le pediré enriquecidamente, que se presente hoy, después de clases. Todos comenzaron a reír al ver que iba a quedarme parte de la tarde cumpliendo un castigo no especifico. Kile Tal vez podría asistir a la escuela, de todos modos me resultaban fáciles las actividades, mhm, tampoco me interesaba tener que hacer sacrificios para que me pasen los apuntes del día que falté, pero sí iba a casa, tal vez de camino a ella podría comprarme una de esas revistas de sopas de letras para no aburrirme tanto. Opté por regresar hacía casa, de cualquier modo, me habría ahorrado tener que pasar nuevamente por una disputa en la hora del receso o tal. De camino a casa, entré a una disqueria, observé unos cuantos álbumes y discos, ví algunos álbumes de Aero Smith, luego observé unos discos que me llamaron bastante la atención. Me lleve como unos 4 ya que pensaba llegar a casa y darles al play, en un reproductor de música portátil que conseguí ganarme en las típicas promociones de gaseosas. Luego, me desvíe del camino hacía mi casa, porque con todo lo de los discos había olvidado por completo que iría de camino a una librería a ojear algunos libros y tal vez llevarme algunos, y las revistas de sopa de letras. Entré a la librería, me pasé como 30 minutos ojeando algunos libros interesantes, me llevé uno y me compré 2 revistas de sopas de letras. Llegué a casa, y comenzaron las preguntas, papá estaba en casa. —¿Me trajiste los cigarillos?—Le habría dicho a su esposa. —Ahm... no exactamente—Respondió él. —¿Qué estás haciendo aquí?—Replicó algo alterado —Al del autobús se le pincharon las ruedas y nos avisaron que podíamos volver a casa. Conseguí idearmelas durante el camino, para poder hacerle creer a quien fuera, mamá o papá, que algo habría sucedido para volver a casa. Subí rápidamente a mí alcoba, y le puse al play a los casetes, mientras leía el libro comprado. Era de fantasía, me gustan mucho ese tipo de novelas de ciencia ficción, así que me dispusé a leerla toda la tarde. Pasó el día sin darme cuenta, y me acosté muy temprano con tal de mañana estar más despierto que de costumbre. En la mañana siguiente, limité mi desayuno a tan solo un café y ninguna galleta, no me quisiera ni imaginar que pasaría sí me llegaran a dañar el estomago y vomitara. Me acomodé a las apuras la corbata, me pusé el saco que viene con el uniforme y me dirigí hacía al autobús. Me adentré en él con la cara tapada por un libro, eso sirvió para que el agresor de ayer ni siquiera se percatase de que yo había ingresado allí. El viaje paso de repente y... Anaís Luego de la humillación pública que pasé a causa de Whitney, me apresuré a salir al receso, como siempre, me senté en una banca a la espera de que saliese Thomas, un amigo del otro curso de 1º año, como no íbamos a la misma clase no podía juntarme con él a no ser de los recesos y el almuerzo. Estuvé unos 5 minutos esperando, y al fin llegó. —¡Holaa!, a que no adivinas quién soy—manifestó mientras me tapaba los ojos. —¿Una de las pocas personas en todo el colegio qué me habla?—refunfuñé con descontento. —¿Te sucedió algo? por lo general no estás de tan mal humor. —Sin contar que voy a tener que estar aquí hasta tarde por culpa de Whitney y sus amigas, nada.—comenté de forma sarcástica. —¡¿Cómo?!—expresó con disgusto —Tranquilo, no te alteres. Como te dije, antes de clase murmuraban y se reían detrás mío, y en el curso me pusé a leer un cómic y se lo contaron al profesor, y así me castigaron. —Que harpías. —Sí. Sonó el timbre, Thomas se fue a su clase de francés, mientras nosotros teníamos educación física y fuimos a los vestuarios a ponernos nuestros respectivos uniformes. Nuestro profesor nos ofreció hacer diferentes trucos aeróbicos con 2 chicos y una chica. La chica sería la que estaría en el aíre, mientras que los chicos la sostendrían. Mi pánico comenzó al escuchar las actividades, estaba clarisimo que Whitney haría bromas con mi sobrepeso y que para hacer ejercicios conmigo tendrían que hacer de a 6. A mí me costó un poco bastante más hacer los ejercicios, ya que quienes me sostenían perdían la estabilidad y múltiples veces, casi me caía. Y nuevamente comenzaron las burlas. Por mi sobrepeso, las axilas entrepierna y corvas, suelen estar menos abiertas al aíre, entonces comienzo a transpirar de una forma anormal. Realmente, lo malo de mi uniforme es que es verde, por tanto, las manchas de sudor y transpiración son muy notables, sobre todo en las axilas y en los rollos que se me hacen. Esta vez no había sido Whitney quien habría comenzado con las burlas, más bien una de sus secuaces, Elizabeth, quien gritó a los 4 vientos sobre mis manchas de transpiración en las axilas. —¡Qué asco! ¡Estas toda sudada Anaís!—carcajeó mientras levantaba la voz hasta quedarse sin garganta. —¡Es verdad, miren que asco!—dijó uno de los chicos que era amigo de Whitney Repentinamente todos giraron hacía mí para confirmar los rumores, todo el que me veía comenzaba a murmurar entre amigos, otros sin vergüenza me señalaban mientras reían a carcajadas. Fue horrible, fue un asco. Me dirigí corriendo hacía los vestidores, me brotaban algunas lágrimas, y no podía retenerlas, se escuchó el timbre, y de un momento a otro todos estaban llegando para cambiarse, me sequé las lágrimas y me escondí en un cubículo. Esperé hasta que todos se fueran para cambiar mi ropa. El día escolar había terminado, pero aún me quedaba recibir mi castigo, fui a clase y me pusé a limpiar los azulejos y las ventanas, mientras pensaba. Cada vez me afectan más los insultos, siento como sí todos estuvieran en mi contra, con tal de hacerme la vida imposible hacen lo que sea, y yo sé que no es mi culpa, pero no puedo evitar pensar en que sí lo es, me siento sola en esto, me siento humillada, avergonzada. Mientras pensaba, no pudé evitar soltar algunas lágrimas. Pero para conste, Whitney entró a retirar su mochila y la de Sofía, ya que se las habían olvidado. Al entrar observó como lloriqueaba, lo extraño, fue que su actitud no fue una burla como habría sido de costumbre, más bien, me observó y se quedó paralizada unos segundos, agarró las mochilas y se fue corriendo, me sorprendió bastante su actitud. Whitney No podía creer que Sofía se había olvidado nuestras mochilas, de cualquier modo fui a buscarlas yo, tenía mi celular dentro y no podría estar sin él, lo que me shockeó un poco fue ver a Anaís lloriqueando en el aula mientras limpiaba, había olvidado por completo que la castigaron. De costumbre me había reído, y me daba risa por dentro ver como lloraba, hasta que recordé... Regresé corriendo a casa, entré muy cuidadosamente, y cerré el portón delicadamente para que no se escuchase, caminé de a pasos cortos y suaves para no llamar la atención, y subí a mi alcoba. Me quité mi uniforme y me entré a bañar. —Así que ya llegaste—dijó papá abriendo la puerta del baño mientras me descambiaba. —¡Cierra y déjame en paz!—repetí alterada. —¡¿Con quién te crees que estás hablando?!—hizó presión en la puerta y logró abrirla —¡Largate de aquí! —¡A mi no me das ordenes niña estúpida!—replicó mientras se acercaba apresuradamente a mí. —¡Suéltame! ¡No me toques!—grité al no tener más opción Salí completamente desnuda del baño, una media hora más tarde, corrí hasta mi cuarto y me encerré a llorar, tenía asco, tenía vergüenza, tenía todo lo peor que se podría tener, me miré al espejo odiandome por un momento, sabía que no era mi culpa pero no sabía como detener la situación. Sentía manos por todo el cuerpo, ví algunos moretones en la pierna y uno en la cintura. Me vestí y me quedé allí, llorando en un rincón de mi cuarto hasta que escuché gritos —¡Para ya por favor!—gritaba Ron mientras se oía el llanto de angustía —¡Por favor!—replicaba Alex llorando igualmente. Mamá trabaja 14 horas diarias, se va temprano y vuelve tarde, a cargo queda papá quien suele tomar más de lo que debe y acaba algo borracho. A Ron y a Alex los golpea con su cinturón, mientras que a mí... a mí... Nos obliga a no decir nada a mamá, o las cosas empeorarían, ninguno quiere que eso pase y seguimos su juego. Mientras escuchaba los llantos y gritos de mis hermanos menores, quería intervenir, pero el miedo me podía. Papá había salido a comprar más alcohol, y fuí corriendo a ver a mis hermanos, quienes estaban tumbados en la cama sin remera y en ropa interior. —¡Ron, Alex!—¡¿Qué les hizó ese demente?! —N..nos dió con el... el cinturón.—tartamudearon ambos mientras lloriqueaban un poco. —T..tranquilos, les pondré algo de gel, pero ahora vayamos corriendo a mi cuarto. Los tres fuimos rápido a mi cuarto, y los acosté en la cama para ponerle gel en donde les había golpeado, tenian moretones por todo el cuerpo, y especialmente Ron, quien tiene la piel muy sensible incluso tenía algunas lastimaduras con sangre. Ron tiene 8 y Alex tiene 11. Papá había vuelto a casa, aún que ya me daba asco decirle papá, no tenía más opción, una vez, Alex le dijo Eduard a cambio de papá y lo apaleo a golpes. Observó que estábamos todos en mi cuarto, pero al fin se detuvó y simplemente nos dijo desde el otro lado de la puerta, que cenaríamos pizza. Nos dejó la pizza en la puerta, y cuando al fin se había ido a acostar, la agarramos y cenamos en mi cuarto con la tv, mientras aún sentiamos las lastimaduras, y especialmente yo, el asco. Kile Al fin luego del repentino viaje, bajé del autobús y llegue a la escuela. Faltaban 14 para la primera clase por lo que fuí a mi casillero a dejar el libro que tenía en las manos, agarré mis auriculares y me los coloqué para escuchar una de mis bandas preferidas en spotify. Fuí al salón aún con 10 minutos de sobra, por lo que llegué de los primeros y me pusé a adelantar deberes que había dejado. Pasó la clase común y corriente, y era la hora del comedor. Me senté con unos amigos del otro curso y nos pusimos a charlar sobre la situación social actual, y debatimos un poco sobre política, dejando de lado lo nerd que somos, nos pusimos a hablar sobre el colegio en sí. —¿Entonces? no me haz respondido—Repitió Stanley. —¡Ya te dije que no, déjame en paz!—Había recalcado muy enfadado Mason. —¿¡Acaso no te quedó claro?! —Está bien, cálmate, yo decía porque me enteré por unas nenas que fuiste a la casa Marie, a cenar, y que no estaban seguras de sí te habías quedado a dormir.—Dijó Stan molestando a modo de burla a Mason —¡Diablos Stan, no ha sucedido nada!, solo he ido a casa de Marie a pasarle un deber, se nos hizó tarde y tuve que quedarme a cenar allí ¿¡Contento?! —Entonces sí fuíste a casa de Marie, además, no me respondiste sí te quedaste a dormir allí—Nuevamente bromeo Stan con tal de incomodar a Mason. A continuación de lo que dijó Stan, se nos ha soltado una pequeña carcajada a mí y a Luís. —¡Dios Stan, que insoportable! ¡Y ustedes dos! ¡¿cuál, es la puta gracia?!—replicó alterado Mason. —Cof cof... Mason dormió con Marie anoche, cof cof.—Dijo en voz baja mientras simulaba toser Luís. —¡Me cansé!—Contestó enfadado Mason, y a continuación de esta acción, se levanto de la mesa y se fue del comedor. —Que estúpido—Dijimos los 3 mientras nos reíamos muy constantemente de la situación. Mientras charlabamos, observamos una grave situación que pudó observar todo quien estuviese en el comedor almorzando. Vímos a lo lejos, a Bradley (Quien me había humillado en el autobús ayer mismo.) insultando a una chica de primero, era muy linda, aún que se veían notables problemas de sobrepeso. Por lo que logré entender, esta chica se había cruzado con Brad, me imagino que hizó que el tirase su almuerzo al piso, ya que se lograba ver unos spaghettis con salsa tirados en el piso. Bradley estaba insinuando que tenía problemas de sobrepeso, que era horrible, y que parecía un tapón, por otro lado se veía a un grupo de chicas de su mismo curso insultandola desde la mesa, y una de ellas se paro a molestarla al lado de Brad. Me dió bastante pena, puesto que ella estaba a punto de largar unas lágrimas. Estaba por disponerme a pararme y defender a la pobre chica, que no parecía merecer absolutamente nada de lo que estaba sucediendo, hasta que se escuchó un grito de odio y euforia en todo el comedor, lo que me devolvió a mi silla e inmutó a todos los alumnos allí. —¡DÉJENLA EN PAZ!—Gritó de manera bestial hacía todo el comedor Thomas. Este muchacho se paró muy enojado y dispuesto a plantarle cara a Bradley y a la otra chica. —¡Que tú no te fijes por donde caminas, Bradley, no significa que sea razón por cual molestarla! Segundos después de este comentario, reaccionó y observo que también estaba la compañera de curso de la chica a quien molestaban —¿¡Y vos Whitney?! ¿Y vos? ¿¡Nunca vas a dejarla en paz?! además de que sos una asquerosa persona, sos horrible por fuera y por dentro, encima de todo, venís e intentás intimidar a Anaís, intentás hacerte la genial, sos una caradura nena, no sos nadie. Con este último comentario, callo a Bradley y a Whitney, creo que se llamaba. Los dejó boquiabiertos a los dos, y para terminar esta humillación pública frente a todo el colegio, Anaís (me imagino que es la chica que se chocó con brad) se fue con el chico quien la defendió, y ambos abandonaron el salón. Después de eso, nadie se animó a decir ni una sola palabra en voz alta, por lo menos no hasta que termino la hora de almuerzo y todos nos fuímos. Bradley Estaba en el autobús hoy por la mañana, como siempre discutiendo con Mad y Gordon. Nos estábamos insultando por algo muy importante que pasó en clase ayer, Gordon no quisó pasarme los deberes, y reprobé. —¿¡No pensás decir nada?! —Ya te dijé que no te iba a pasar los deberes, no los había terminado.—Contestó Gordon —¿¡Qué no los habías terminado?! ¿¡QUÉ NO LOS HABÍAS TERMINADO?! ENTONCES DECIME PORQUE TE SACASTE UN 10. —Suerte. —SUERTE?—Repliqué alterado Estabamos a punto de agarrarnos a las piñas, hasta que escuchamos a uno de segundo hacer un comentario sárcastico sobre nuestra discusión —Que triste su historia de vida, no le pasaron las respuestas de la tarea. Gordon se río, y Mad le pegó una cachetada y a continuación de eso lo insultó. Personalmente a mí, es algo muy importante, ya que están obligados a darme lo que pida, como los deberes. Me calenté demasiado, así que agarré de la remera al de segundo, y lo levante al aire. —¡¿QUÉ MIERDA DIJISTE?! —¡Sóltame! —¡¿Y SÍ NO QUIERO?! ¿QUÉ ME VAS A HACER, ME VAS A PEGAR? Lo tiré al piso, y se escuchó tan fuerte que el estúpido chofer del autobús paró el vehiculo y se levantó del asiento para ver que pasaba, me fuí corriendo hasta mi asiento como sí no hubiera pasado nada. Vimos todos como el conductor le hacía múltiples reproches a ¿Kile? sí, Kile. Lo terminó echando del autobús y así acabó todo. El día fue común y tranquilo como siempre, a lo mejor unas discusiones en clase y unos insultos a chicos en el comedor, pero nada del otro mundo. Llegué a casa, algo asustado. Papá y mamá estaban viendo la TV, mientras que Lucy estaba en la cama de su habitación. En cuanto se escuchó el ruido de la puerta, mamá apago la televisión y empezó a hablarme —¿Y estas horas? —S...son las 2 PM mamá, no es tar...tarde. —¿Qué no es tarde? ¿No es tarde tú crees?—agregó papá. —N...no sé. —¿No sabés? ¿No sabés?—dijó mamá. —Quiero inmediatamente que vayas a cambiarte esa ropa y te pongas la de siempre. —P...pero está sucia. —¿Sucia? ¿Qué está sucia?—Repitió papá. —Sí. —¿Y por qué? —A lo mejor porque no la lavás nunca. —¿¡Y quién te dió permiso para hablarme de esa manera, con ese tono?!—enfurecidamente contestó papá —P..perdón—repliqué nervioso y asustado. —Andate.—dijó papá —Está bien. Me fuí a la habitación con Lucy, y me pusé la ropa que me suelen obligar a ponerme. Papá me llamó y fuí de inmediato. —Hola nene—dijo un hombre de unos.. 50 años por lo menos. —H...hola. —Estás muy lindo—acarició mi cuello mientras me hablaba. —... —¿No pensás decir nada?—agregó mi padre. —G...gracias. —Andá Brad, no te portes mal. —N...no. Ese hombre rodeo mis hombros con su brazo y me llevó hacía su auto. Durante todo el viaje estuvó hablando de forma seductora y provocandome, insinuaba cosas sobre mí y me contaba a dónde ibamos y que pensaba hacer conmigo. Llegamos a ese lugar, no sé sí era su casa, un club o que onda, pero sí sabía que la iba a pasar mal. Me agarró de la mano y acaricio mi cintura, no la estaba pasando para nada bien. Me llevó hasta una habitación, donde habían más chicos de mi edad, 4 eran chicos, y 2 eran chicas. Ninguno estaba vestido, frente a todos, me dejó igual que a ellos. Lo que no me dijó durante el viaje, fue lo que sucedería después. Aparecieron unos hombres y nos llevaron a todos a un escenario, lleno de hombres de sus mismas edades, todos viejos asquerosos. Y nos obligaron a hacer lo que ellos dijeran. Fue así unas 5 horas, hasta que el lugar se vació y nos llevaron a la habitación de antes. Nos pusieron en fila, y uno por uno entramos a otra habitación, se escuchaban quejidos, llantos y suplicos. Cuando fue mi turno, yo ya sabía lo que estaba por pasar, habían 3 señores de unos 60 años por lo menos, no lloré, no me quejé ni nada, puesto que esto me sucedía siempre. Luego, cuando saliamos de esa habitación nos dejaban vestirnos. Cuando había acabado todo, nos llevaron a una camioneta, y nos dejaron a uno por uno en nuestras respectivas casas. Le dieron el dinero correspondiente a mi padre y yo me fuí a bañar de inmediato y me pusé mi ropa común de casa. Al día siguiente, subí al autobús, había visto a Kile, pero no estaba de humor para golpearlo, además, hoy no me había dicho nada que tuviera que merecer. En el comedor, estaba como siempre con Mad, Gordon y Walt, haciendo batallas de insultos y etiquetando por numero a las chicas de nuestro curso, cuando fuí a buscar mi almuerzo una gorda de primero me chocó y mis spaghettis con salsa se cayeron al suelo, también me ensucio la camisa y el saco del colegio. Todos voltearon a vernos, era la oportunidad perfecta para decirle lo horrible que era. —¿Acaso no te fijás? —P..perdón, no ví—Dijo intimidada Anaís —Se nota que no viste, a lo mejor por la panza que tenés, gorda.—Le dijé con el fin de molestarla. —N...no me digas eso. —Dale gorda, encima de gorda, enana, tremendo tapón sos nena —No es mi culpa.—replicó —Sí, es tu culpa. Luego de ese comentario ví su almuerzo, era una hamburguesa completa y una porción de pizza. —Sabés por qué es tu culpa? porque comes esto, gorda. —D...déjame en paz.—dijo mientras soltaba unas lágrimas. Luego de todo eso, se oían abucheos de un grupo de chicas de su mismo grado, todas eran bastante lindas, sobre todo una chica, que se dispusó a pararse, y al lado mío la crítico también —Tenés razón Brad, es una gorda, solo sabe comer hamburguesas y transpirar por todos lados—repitió Whitney —Andate Whitney, no te metas...—dijo Anaís —Yo me meto donde quiera, tapón, gorda sucia. —Ya entendí, me odías, pero dejame en paz.—Agregó Anaís mientras lagrimeaba —Yo solo vengo a decir la verdad, ¿y sabés cuál es? que no tenés amigos, no tenés novio, no tenés a nadie. Ah sí, a la comida que esta ahogandose en tu grasa. Antes de que yo pudiera agregar algún insulto más, se escuchó un grito en todo el comedor, todos se callaron al igual que yo y Whitney, la chica que me estaba apoyando. Era un chico de primero también, me imagino que su amigo. Era menudo, tenía unos dientes torcidos, era algo alto, y usaba lentes. Era... era... un hobbit o algo parecido, era horriblemente feo. Se paro al lado de Anaís, la gorda a la que estábamos molestando. Y comenzó a insultarme a mí, después humilló e insultó a Whitney, y finalmente se fue acompañando a la gorda ambos se fueron del comedor, fue algo vergonzoso, no me lo habría permitido, pero no sé que pasó, me shockeo bastante su actitud. Dernière modification le 1509904980000 |
Cakeques « Censeur » 1507509000000
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esta buenisimo!! |
Mercedestamy « Censeur » 1507513200000
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Cakeques a dit : Graciasss A medida que avance la novela, voy a ir haciendo la portada, y al resto de los personajes, pero por ahora, dibujé a Anaís, protagonista del capitulo 1 y 3, y seguramente muchos más. |
Chibilucia « Sénateur » 1507545780000
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Está muy linda pero te recomiendo que cambies un par de cosas. Primero, deberías usar guiones para acabar los diálogos en vez de comas, porque tal y como está ahora se ve confuso. También podrías evitar repetir palabras como "generar", "autobús" y demás, y en su lugar cambiarlas por "hacer", "vehículo" u otros sinónimos. Ooooh y por último, no hace falta que uses palabras medio complicadas, menos todavía cuando no sabes bien su significado ni cómo usarlas en contexto. Lo digo porque ya he visto a un montón de personas haciendo eso y pensando que de alguna manera se ve más profesional, o algo así idk. Pero en general está bastante interesante, sigue así meow. |
Beelzebub « Censeur » 1507567260000
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buena historia *-* |
Mercedestamy « Censeur » 1507680000000
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Gracias por los consejos y apoyos :heart: Publicados los capítulos 4 y 5. |
Mercedestamy « Censeur » 1507772880000
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Publiqué el capitulo 6 y le agregué unas cositas al final del capitulo 5, así que vayan a verlas antes de seguir con el otro, o no van a entender mucho. |
Cakeques « Censeur » 1507775640000
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OH OK OH OK oH oK |
Beelzebub « Censeur » 1507828860000
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Wow buenos capítulos |
Terorisumu « Consul » 1508085060000
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Además de los consejos que dio Chibi antes, vengo a decir que tenés algunos errores comunes en la acentuación. Fijate eso porque queda feo (?) Y también lo que confunde bastante es quién narra en cada capítulo, podés poner en grande tipo Visión de Anaís o Narra Anaís |
Mercedestamy « Censeur » 1508086500000
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Alexiiels a dit : Tomaré en cuenta los consejos, lo que me imaginaba, es que con un poco de sentido básico se darían cuenta de quien narra, pero está bien. |
Mercedestamy « Censeur » 1509904620000
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Publiqué el capítulo 7 y 8. El capítulo 8 se hizó bastante extenso, pero era necesario o se atrasaría la visión de esa persona con los otros capítulos, así que... Espero que les guste. |
Beelzebub « Censeur » 1509917760000
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Buen cap nwn |