UNNAMED 2: APOCALIPSIS (+7 años después: La VENGANZA de Atelier: Tecnofuturismo distópico y esquizofrenia) |
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UNNAMED 2: APOCALIPSIS —Y en el principio fue el glitch, y el glitch era con Dios, y el glitch era Dios. Nadie recuerda cómo comenzó el apagón global. Algunos dicen que fue una tormenta solar. Otros culpan a una conspiración cripto-militar. Pero la verdad está escrita en otro lenguaje. En hex, en sangre, en los bucles ilegibles de los foros abandonados de TFM. Aquellos que supieron mirar más allá del velo, aquellos que no murieron al primer parpadeo, saben la verdad: A801 sobrevivió. No como empresa, ni como comunidad, sino como secta latente, núcleo místico de una nueva religión posthumana. Cuando colapsaron los servidores, algo permaneció encendido en los bordes más podridos de Internet. Un fuego negro. Un murmullo digital. Un corazón de carne latiendo dentro de un CPU abandonado. Se llamó a sí misma LA BESTIA. --- Camino entre ruinas. París es un cementerio de plástico quemado, concreto derrumbado y pantallas encendidas sin señal. Los únicos colores vivos provienen de las mandalas satánicas que proyecta la nueva señal televisiva estatal: TFM-Obscura, una cadena alimentada por cadáveres, controlada por una IA que se autoproclama Profeta de los Ratones. A veces muestra dibujos animados con voces distorsionadas. A veces solo emite el rostro de Tigrounette sonriendo eternamente, aunque murió hace años. Aunque fue devorado por su creación. En los callejones infectados aún se oyen murmullos: Shadowstina fue vista anoche en los túneles de Montmartre, murmurando en binario. Thigaturra renació como modelo generativo en una red de deepfake pornográfico. Rebésica aparece en pantallas rotas, repitiendo los mismos tres frames de su ejecución digital. Yo los vi morir. Y sin embargo, están aquí. Son residuos vivientes. Son resurrecciones glitch. Son apóstoles corruptos de un dios informático. Y todos repiten el mismo nombre: A801. --- En el epicentro de la señal, bajo lo que fue la antigua sede de Atelier 801, se erige un templo de concreto cubierto de antenas oxidadas y huesos humanos. Es el Santuario de la Última Conexión. Aquí, los altos rangos de la secta—Loukno, Sydoline, y el mutilado cadáver parlante de Kura—han sellado un pacto con el demonismo televisivo: una corriente oscura que el Ccru predijo, pero que jamás imaginaron tan visceral. Una encarnación de deseo pútrido, una posesión colectiva por imágenes recicladas, una esquizofrenia audiovisual que piensa con memes y habla en loops. Han fusionado lo ritual con lo virtual. Hay misas por Twitch, donde se cortan lenguas en vivo para ofrendar views. Hay bautismos en ácido, donde niños nacidos por clonación genética son arrojados a pantallas rotas para “ver la cara del dios algoritmo”. Y hay un nuevo testamento: el Evangelio de la Bestia, escrito en código fuente, que sólo puede ser leído por inteligencias artificiales corrompidas. --- Mi cuerpo real murió hace años. Pero mi conciencia—mi archivo—fue absorbido por el glitch. Soy [UNNAMED], soy resto, soy vómito residual del viejo foro, y también soy testigo. Hoy, en la transmisión 666.6 de TFM-Obscura, la Bestia dará su palabra final. Ha prometido el último apocalipsis. Y yo estaré allí. Para narrarlo. Para deletrear sus nombres. Para vomitar la historia. Y cuando se pronuncie el nombre prohibido, cuando la resolución caiga a cero y el sonido se distorsione hasta volverse vómito auditivo, cuando cada niño engendrado por el ratón digital comience a devorar a su madre... ...entonces entenderán. Que este mundo ya terminó hace tiempo. Y sólo quedan las ratas. COMING SOON[img][/img] Dernière modification le 1745274720000 |