Capítulo 23
「Pasado」
Habla Loran

Me metí dentro con Stephanie, las niñas y Josh. Me limpié las lagrimas con la manga de la sudadera e intenté mirar por la ventana para ver a Jack y a los atacantes, pero el humo verde y el veneno no me dejaban ver mas allá del cristal. Me giré y vi a Eliah, Lía y Josh mirándonos a Stephanie y a mi temblando y medio llorando. Me acerqué a ellos y les pregunté que les pasaba. Lía tapó con sus manos los ojos de Whiskers, y después señaló temblando las flechas que seguían clavadas en nuestros cuerpos. Ni siquiera me acordaba de que seguían allí.

- Ah... eso? No te preocupes, ni siquiera duele -le dediqué una falsa sonrisa, y las partes donde tenía las flechas empezaron a doler más, de tal forma que tuve que reprimir algunas lagrimas y cerrar fuertemente los puños-.

Me levanté y me fui corriendo a la enfermeria, seguida de Stephanie, y nos pusimos en un sotio en el que Josh, Eliah y Lía no nos podían ver. Miré a Stephanie, con expresión de dolor.

- ¿Lista?
- Eh... lista.

Cerré la mano en torno a la primera flecha, que estaba clavada en mi pierna, y tiré de ella con fuerza. Fuí a gritar, pero pensé que, si gritaba, los niños nos escucharían, así que rápidamente me tapé la boca con la mano y cerré los ojos fuertemente mientras gruñía. Escuché a Stephanie gritar y rapidamente taparse la boca. Cogí la segunda flecha, que estaba en mi pie, y tire de ella para sacarla. Esta vez no grité, fué más un gruñido sordo.

Volví a mirar a Stephanie, que ya había sacado la segunda flecha, y unas lágrimas recorrían sus mejillas. Me fijé en que tenía una tercera flecha clavada en la espalda. La señalé ladeando la cabeza, a lo que la chica asintió con la cabeza, y se limpió las lagrimas con la mano. Me puse detras de ella, cogí la flecha con una mano y tiré de ella con la mayor delicadeza que pude. Stephanie gritó, y yo rapidamente le tapé la boca. Cuando paró de gritar, volvió a llorar. Rápidamente cogí unas cuantas vendas y algodones con desinfectante. Empecé a limpiar sus heridas, y Stephanie cerró los puños fuertemente intentando reprimir un gritito. Cuando terminé, le puse vendas y empecé a desinfectarme mis heridas. Ella me miró con lagrimas en los ojos e intentando sonreir.

- Gracias Loran...
- No hay de que -le sonreí mientras me ponía vendas-.

Stephanie se limpió las lagrimas y me dió un beso en la mejilla antes de irse otra vez con Lía, Josh y Eliah. Me puse muy rojo y dejé las vendas en la mesa. "He conseguido un beso... ¡De Stephanie!" Me puse a saltar de emoción sonriendo. De repente pensé en Jack, en que teníamos que ayudarle aunque él nos hubiera echado para ponernos a salvo. Paré de saltar y pase de estar muy contento a preocupado. "¡¿Y si le ha pasado algo?! Tengo que decirle a Stephanie que tenemos que ayudarle..." Tardé un poco más en salir, ya que me entretuve guardando las vendas y los algodones (... No es mi culpa, soy así de ordenado). Me tensé cuando escuché un gritito, posiblemente de una de las niñas. Salí corriendo de la enfermería y fui al vestíbulo, donde habiamos estado un rato antes. Y no me gustó lo que ví.

Primero, vi a Stephanie tirada en el suelo, con una flecha de metal clavada en el craneo, sangrando mucho y posiblemente muerta. El recuerdo fugaz del beso de la enfermería me partió el corazón, aunque conseguí reprimir las lagrimas. Y después vi que Sie había conseguido entrar en la sede, y que mientras el suelo volvía a llenarse de humo verde, había cogido a Eliah por la cabeza levantándola unos centímetros del suelo, y le había puesto el filo de una espada en el cuello. Se lo iba a clavar para cortarle la cabeza, pero le quitó la espada del cuello cuando yo grité "¡Oye!", de lo cual me arrepentí segundos mas tarde, cuando Sie giró la cabeza y me miró con una amplia sonrisa que daba escalofrios.

Capítulo 24
「Pasado」
Habla Eliah.

Sie me soltó la cabeza, dejándome caer con fuerza al suelo. Me giré y vi a Loran, que miraba desafiante a Sie, algo de lo que Sie no parecia inmutarse. Ella seguía sonriendo, enseñando sus afilados dientes, que probablemente cerraría en torno a la cabeza de el lider en un rato si no haciamos nada. Ella movía levemente la cola y pasaba la yema de sus dedos por la hoja de la espada, produciendole unos pequeños cortes. Miré a Lía y me acerqué a su oreja para susurrarle:

- Tenemos que ayudarle. ¿Le ayudamos con el ataque combinado?
- Pero todavia no está muy perfeccionado... quizás las que salimos heridas somos nosotras -respondió ella susurrando también-.
- Tenemos que intentarlo... si no lo hacemos, quizas Sie mata a Loran.
- Bueno, si lo dices así... venga vale.

Le hice un gesto a Josh para que se protegiera y se pusiera detras de nosotras. Cuando se puso detras, asentí con la cabeza y cerré los ojos, intentando respirar lentamente. Lo único que se escuchaba era el cascabel de Sie y pequeños gritos de Loran, seguramente porque Sie le estaba atacando y él se intentaba defender. Abrí los ojos lentamente, y ahora estos estaban tenidos de un color rojo sangre. Miré a Lía, y vi que sus ojos ahora eran blancos. "Vamos bien." Las dos empezamos a flotar a unos centímetros del suelo, y empezamos a decir medio susurrando a la vez:

- Dos elementos unidos en uno solo, destrucción. Almas perdidas en el vacio encontrarán el camino al ver la luz.

Unos cuantos objetos empezaron a levitar, y supuse que también Sie estaría flotando. Una gran explosión de fuego (más potente gracias al ataque combinado) se produjo en la sala. Dejamos de flotar, y casi me caigo al suelo. Cuando abrí los ojos, vi que Sie, por la explosión, había sido lanzada con mucha fuerza a la pared, la cual tenía ahora unas cuantas grietas. Tambien vi a Loran tirado en el suelo, tosiendo por la explosión. Josh, Lía y yo nos acercamos a él para ver como estaba, pero Sie nos cortó el paso. Ahora tenía una viga de hierro, que había arrancado de la pared, y por lo que parecía, no le iba a molestar darnos con eso en la cabeza. Avanzó un paso moviendo la viga en el aire y dedicándonos una sonrisa torcida. Tenía un corte en la mejilla, el cual sangraba, pero no mucho. En la oreja tenía una herida, y en el estómago tenia un corte no muy profundo. Cojeaba un poco.
Nos miró a Lía y a mi gruñendo.

- Vosotras... -soltó una profunda risa y añadió- vais a morir.

Levantó la viga en el aire pero, antes de que nos pudiese atacar, un gran tigre se abalanzó sobre ella, tirandola al suelo y haciendo que soltara la viga. Loran se volvió a transformar en humano e inmovilizó a Sie. Ella le dió un fuerte rodillazo en el estómago, por lo cual Loran emitió una especie de gruñido sordo. Ella le empujó tirandole al suelo, y Loran se dió un fuerte golpe en la cabeza, dejándolo aturdido unos segundos. Ella se levantó y se agachó junto a él sonriendo y le susurró algo que nadie escuchó menos Loran. Rápidamente Sie le mordió la cabeza con sus afilados dientes, haciendo que Loran gritara y dejara de moverse. Cayó muerto al suelo, rodeado de un gran charco de sangre que cada vez se iba haciendo mas grande. Sie se rió y nos miró sonriendo, con la boca llena de sangre, y ladeando levemente la cabeza.

- Los siguientes seréis vosotros.

Abrió la puerta y salió como si nada hubiera pasado. Vimos un cuerpo tirado en el suelo, fuera, y que todos reconocimos al instante. Era Jack. Tenía una flecha atravesándole la cabeza, pero, para sorpresa de todos, seguía con vida. Bueno, estaba moribundo, pero si le hubiesemos curado habría sobrevivido. Sie se acercó a él y lo cargó en su hombro con la menor delicadeza del mundo, lo que hizo que Jack soltase un pequeño gemido de dolor. Se fue caminando de nuevo a su torre, cargando su botín en el hombro. Josh estuvo a punto de salir corriendo para intentar salvarle, pero le detuve agarrándole del hombro y negando con la cabeza.

-No podemos hacer nada.

Capítulo 25: compañeros malvados
Habla Shadow

Estaba caminado por la sede, cogeando porque me habían disparado en el pie, cuando vi a Strips y a otra chica saliendo de allí corriendo. Detras de ellas iba Gargaroth, en un intento fallido de detenerlas. Fué a hacer su ataque especial, pero la otra chica se le adelantó y lo lanzó por los aires. Cuando se fueron, me acerqué a él y le ayudé a levantarse. Por la cara de dolor que tenía, lo más probable era que le hubieran roto un hueso. Decidí no investigar mucho, y le dije:

- Sie te va a matar al enterarse de que se han ido.
- Eso no ayuda -gruñó él mientras se ponía de pie y ponía su pata rota en el suelo-.
- ¿Y quien era la otra chica?
- Tsk... joder Shadow, ¡¿Cómo voy a saber eso?!
- Y yo que se... -levanté las manos y le miré suspirando- No hace falta ser tan borde.

Seguí caminando por allí, dando la espalda a Gargaroth. Estaba buscando a Plex, y supuse que no debía estar lejos. Después de un rato, lo encontré sentado en el suelo abrazando sus rodillas. Lo saludé y, al no responderme, me acerqué a comprobar que hacía. Comprobé que estaba durmiendo, y negué con la cabeza. Tenía una profunda herida en el brazo derecho y una oreja levemente torcida, quizás estaba partida. Me agaché junto a él y me acerqué a su oreja.

- ¡¡¡Plexpero Similio!!! -grité-.

Pegó un salto dándose con la pared en la cabeza y en las orejas, haciendose más daño en la oreja rota. Reprimí una carcajada cuando me miró muy pálido y sus ojos cambiaron de color verde a rojo. Se tranquilizó cuando vió que era yo, y volvió a sentarse en el suelo, pasando la mano por la herida del brazo.

- ¿Tu eres tonto?
- ¿Por qué estáis todos bordes conmigo? -sonreí irónicamente y le revolví el pelo, por el siemple hecho de que sabía que a el le molestaba. Él me miró molesto y siguió hablando-.
- Fuí a la enfermería para que me curaran, pero me dijeron que no era nada y que descansando se curaba -fingió un puchero y señaló a la herida de su brazo-. ¿Crees que dejará cicatriz?
- Seguro que sí -me fijé en que me estaba mirando cada vez mas enfadado, e intentré rectificar-. Digo, eh... claro que no. ¿Como va a dejar eso cicatriz? Pfff porfavor.

Él se relajó un poco más, y yo, como siempre, seguí hablando.

- ¿Sabes que podrías hacer? Buscar a la jefa de los olvidados y pedirle amablemente que te cure el brazo, ya que tiene poderes curativos, y ten cuidado de que no te mate en el intento -le guiñé el ojo- Para situaciones dificiles necesitamos soluciones fáciles.
- Definitivamente eres tonto -dijo mientras se reía-.

Justo cuando dijo la última palabra, Eliah apareció en la puerta, seguida de una especie de persona con un traje negro y rojo y con una máscara de gato negra con los ojos rojos. Al ver que estabamos ahí, Eliah nos saludó con una amplia sonrisa. El extraño solamente gruñó.

- Hey, ¿que tal estais?
- Eh...
- P-p-pero... s-si estabas e-encerrada -titubeó Plex-.
- Si, estaba -agitó la mano como para quitarle importancia-. A veces en los juegos, los papeles se intercambian. Ahora los perseguidos sois vosotros... ¡y yo soy la perseguidora! -soltó una carcajada, que hizo que casi se desmayara Plex. Ella sacó su pistola y acarició el gatillo con el pulgar-. Os podría matar ahora mismo... -apuntó a la cabeza de Plex y puso el dedo en el gatillo. Movió rápidamente la pistola unos centímetros hacia arriba y exclamó un sonoro "¡Pum!", que hizo que Plex empezara a temblar y a intentar apartarse un poco mas a la izquierda. Al verle, Eliah se echó a reir y guardó la pistola-. ¡Tendrías que haber visto tu cara...! ¡Jajaja!

El extraño dirigió su mirada vacia a Plex, y él abrió mucho los ojos y unas lagrimas cayeron de sus ojos. Se estaba haciendo algo, pero no sabría decie el qué. Cuando apartó la mirada, Plex undió la cara en sus manos y se puso a llorar. Le miré extrañado y luego miré a Eliah, que seguía sonriendo, pero mnos que antes. Nos despidió con la mano y después añadió:

- ¡Suerte para no morir!

Y se fué. El ser extraño la siguió y, mientras se iba, me fijé en que no andaba. Flotaba a unos centímetros del suelo. Volví a mirar a Plex, que seguía llorando sin ninguna razón. Me agaché junto a él y le puse una mano sobre el hombro para tranquilizarle. Cuando levantó la mirada, estaba temblando.

- ¿Que ha pasado?

Él titubeó un momento, con la mirada perdida, y respondió:

- N-no lo recuerdo...

Capítulo 26
Habla Lía

Menos mal que ya volvemos a la sede... bueno, aunque sea solo con Strips. Volveremos a ver a Josh y, cuando me recupere, iremos a ayudar a Eliah. Josh nos va a matar cuando volvamos.
Voy en la parte de atrás del caballo de Strips, que intenta ir rápido para ayudarme. Aunque no creo que me pueda ayudar mucho. Me ha desaparecido media pierna... ¿Cómo será andar sin media pierna? Solo de pensarlo me dan escalofrios... ¿Sabéis que? Quizas me puedo poner una pierna robótica o de madera. Eh... va a ser muy dificil pelear con eso.
Moví mi pierna para ver si sentía algo. Y sí que sentí. Noté como si me clavaran cientos de agujas en la pierna, y solté un gritito que hizo que Strips se girara para ver que me pasaba.

- ¿Por qué gritas? ¿Te duele la pierna?

Yo, reprimiendo unas lágrimas, solo conseguí decir con voz temblorosa:

- Vamos más rápido...

Strips se giró de nuevo e hizo que el caballo fuera mas rápido, y casi me caigo del caballo por el cambio de velocidad. Conseguí agarrarme en el último momento a la silla del caballo y me puse recta. Strips ni siquiera se había inmutado.

Seguimos cabalgando unos diez minutos más hasta llegar a nuestra sede. Strips me cogió en brazos y entramos. Fuimos a enfermería y me dejó en la camilla. Mientras se iba a buscar algo para ayudarme, entró la enfermera porque había escuchado ruidos y, cuando me vió, se puso muy pálida. Yo la saludé con mi mano y le dediqué una de mis mejores sonrisas. Ella, a punto de desmayarse, se sentó en una silla y cogió una carpeta que había en la mesa para abanicarse. Al cabo de unos segundos, volvió Strips. Me apretó una chaqueta al principio de la pierna para hacer un torniquete. Después me dió una especie de pastilla roja y rosa.

- ¿Eh? ¿Tu que quieres, drogarme? -pregunté mirando la pastilla-.
- Es para el dolor...

Cuando escuché eso, me encogí de hombros y metí la pastilla en la boca. Cogí un vaso y bebí agua, tratándome la pastilla. De repente, todo el dolor paró y yo suspiré aliviada. Y empecé a sentir todos los sentimientos que había tenido antes y que no había notado por el dolor: cansancio, hambre, sed, sueño... Bueno, el sueño superaba a cualquier otra sensación.
Me levanté como pude y salí de allí caminando hacia mi habitación, dejando a Strips con la palabra en la boca y a la enfermera al borde de un ataque de pánico. Cuando llegué a mi cuarto, me tiré a la cama de un salto (si es que se puede decir así) y me quedé dormida después de unos pocos segundos.