[Historias] Mis historias |
Candet « Citoyen » 1427755500000
| 0 | ||
¡Hola! En este hilo voy a publicar mis historias, las cual hago cuando tengo inspiración~ El juicio de las muñecas La tensión que sentía era demasiada, el estrés, el cansancio los nervios, ya quería salir de esa casa. Pero tenía que ser amable con la señora que vivía allí, puesto a que gracias a ella hoy en día estoy viva, la abuela era alguien importante e influyente en mi vida. Pero con el paso del tiempo su trastorno mental aumentaba y se notaba en su aspecto, su arte, en todo lo que le pertenecía, pero sobre todo, en sus muñecas. Esas muñecas de trapo que hacía como único pasatiempo, era ya como un ritual. Una vez al mes, tomaba su cuaderno azul de cuero (con hojas amarillentas de lo viejo que estaba), hacía un boceto de un cuerpo y le añadía ropa, accesorios, cara y cabello. Al finalizar el boceto, tomaba una tela color rosado-crema (como el de la piel) y lo recortaba en forma ovalada, hacía lo mismo con otros pedazos de tela y les ponía algodón adentro. Al finalizar todas las partes, las unía y formaba la base del cuerpo. Después tomaba una peluca y la cocía a la cabeza. Más tarde, les hacía vestiditos y luego dibujaba un rostro en el óvalo, formando así una muñeca, de esas que parecen casi reales, pero son solo juguetes. Lo extraño de este pasatiempo es que estas creaciones iban directamente a una habitación en específico, una habitación que no era nada, mi abuela le llamaba “El cuarto de las muñecas” donde cada ser de tela y algodón reposaba en un asiento, otras en estantes, algunas en camas y otras en un baúl que eran las que no estaban terminadas o habían salido mal. Estas muñecas tenían cada vez un aspecto más extraño, porque, como mencioné anteriormente, su trastorno mental aumentaba con el tiempo. Mi abuela sufría psicosis. Las personas con esta enfermedad mental tienen alucinaciones, tanto visibles como auditivas. Es por eso que quería que la acompañaran, porque según ella toda la noche escuchaba conversaciones perturbadoras, que no la dejaban dormir, y no era para nada fácil decirle que todo es causa de su imaginación, porque desde el diagnóstico de su enfermedad ella no quería asumir que su mente no estaba en un buen estado. Así que ese día fui para quedarme con ella durante una noche, para que no se sienta sola y asustada a pesar de que tiene varios amigos imaginarios. Me sentía muy incómoda, la enorme casa estaba completamente llena de cuadros hechos por ella, un artista con psicosis siempre refleja (o trata de reflejar) lo que ve en su imaginación, pero como es de esperarse todo es demasiado irrealista y casi incoherente. Pero los cuadros de mi abuela eran bastante realistas. Eran casi indescriptibles debido a que son cosas que nosotros vemos o sentimos pero no sabemos cómo expresarlo. Ella si sabía hacerlo. Los detalles de los cuadros hacían que sintieras que estabas en tu propia mente, que lo que veía era lo que imaginabas. Pero por supuesto que eso no era lo que imaginaba. En todos los cuadros aparecían muñecas estableciendo conversaciones unas con otras. Había algunos en los que las muñecas miraban fijamente al frente, y sentías que sus ojos te perseguían. Salí corriendo del pasillo repleto de cuadros y me metí a una habitación. Me arrepiento hasta el día de hoy de no haberme quedado contemplando el arte. Al cerrar la puerta, me giré y vi a todas las muñecas que ella cocía. Todas “mirándome” fijamente. Al instante traté de abrir el picaporte de la puerta pero me percaté de que estaba cerrada. El mecanismo de las puertas de esta casa era extraño: tú cerrabas una puerta y esta se auto cerraba, solo podía se re-abierta con llave. Mi abuela no estaba en casa, había salido a hacer las compras para la cena, por lo cual estaba completamente sola, sin nadie, solo con la presencia de las muñecas. Me quedé sentada, en un rincón de la habitación, soy algo claustrofóbica por lo que me costó bastante mantener la calma. Estaba allí, sentada, sin moverme, contemplando el extraño aspecto de las muñecas que habría hecho me abuela en distintas fases de su enfermedad, una más diferente que la otra, y me las quedé mirando. Hasta que me dormí. Más tarde, me desperté por un extraño ruido…Un golpecito. Me fijé que hora era y no habían pasado más de 10 minutos desde que me había dormido por el aburrimiento y el miedo. Por lo que sabía que mi abuela no habría vuelto tan pronto, entonces… ¿de dónde había venido ese ruido? Estaba una habitación muy interna que no estaba ubicada dando a la calle, por lo que no fue un ruido de afuera. No podría haber sido un ruido de un vecino ya que la casa no estaba unida a otras casas. Así que no sabía que podía haber sido. Me puse de pie y empecé a inspeccionar la habitación, fijándome por si se había caído una de las muñecas. Pero no, todo en orden. Luego volví a oírlo, pero esta vez fueron dos. Dos golpecitos seguidos, como si alguien estuviera tocando la puerta. Me fijé por la ranura de esta y no había nadie ni nada, solo podía ver al frente mío la puerta de otra habitación en el pasillo. En ese momento me quedé mirando a la habitación entera, esperando a que sonara de nuevo el golpe que me había despertado. Pasó un largo tiempo hasta que lo volví a oír, esta vez fueron tres veces, así que tuve tiempo para ver de dónde venían: del baúl de las muñecas “muertas”, ese en donde mi abuela ponía todas las muñecas que nunca habían tenido vida, es decir, las que nunca terminó de hacer. Un leve escalofrío recorrió mi cuerpo. Mi pulso se aceleró. Perdí la conciencia por un rato y luego me dejé llevar por varios pensamientos al mismo tiempo. ¿Había sido mi imaginación? ¿De verdad hay algo ahí dentro golpeando? Mi curiosidad aumentaba, así que decidí ir hacia el baúl y abrirlo. Casi me agarra un infarto. De el salió una muñeca, una muñeca sin ojos, una muñeca sin ojos ni cabello. Solo con una boca, con la que exclamaba repetitivamente las palabras “Deja de juzgarme, déjame. Por favor, no me juzgues, me lastima.” Pegué un grito demasiado fuerte, la muñeca seguía repitiendo las palabras una y otra vez. Lo más perturbador fue cuando salió del baúl. Se dirigía hacia mi arrastrándose debido a que con piernas de trapo no se podía mantener de pie. De pronto, salieron más muñecas de sus estantes, asientos, camas y se arrastraban a mí como un ejército. Aprovechando la lentitud que estas tenían, le pegué una patada a la puerta repetidas veces hasta derrumbarla y salir corriendo. Mientras corría en el pasillo los personajes de los cuadros comenzaron a moverse y a hablar. Las muñecas que conversaban entre ellas en uno de los cuadros se dieron vuelta y miraron fijamente hacia el frente, diciendo “¿Por qué me juzgas? No soy real, déjame.” Pegué un grito y seguí corriendo mientras salía del pasillo lleno de personas hechas de pintura riéndose de mí y diciendo “¿Por qué no te quitas la vida? Solo sirves para juzgar muñecas.” Ni siquiera sabía a qué se referían… ¿acaso sabían que las muñecas me daban miedo? ¿Qué pensaba cosas horribles sobre ellas? ¿Qué las juzgaba? No lo sé, pero dudaba en que ellos pensaran o tuvieran vida siquiera. Entré al baño y me refregué agua en la cara para reaccionar. Me quedé mirando hacia abajo un instante, y luego miré al espejo de en frente. Comencé a ver mi rostro, a explorarlo. Noté mis arrugas, mi ropa anticuada, mis heridas de agujas por cocer tantas… muñecas. 120 mil cuadrillones de años luz lejos de ti Yo sabia desde el día en que te conocí de que todo cambiaría. Eras una persona excelente, disciplinada y con un intelecto superior. Te volvías exigente contigo misma y no importaba lo que los demás decían, tu trabajabas duro hasta ver que lo conseguías. Yo era la única persona a tu lado, que admiraba y entendía tu trabajo. Nunca vi nadie tan capaz como tu, de resolver problemas cotidianos con tus propios inventos y experimentos. Cuando se terminaba el día, nos acostábamos tomadas de la mano mientras me acariciabas el rostro y me contabas todos los secretos y leyes de la física que tenías que tomar en cuenta para tu próximo invento: crearías un portal hacia un universo paralelo, en el cual nos iríamos para siempre, descubriendo nuevos mundos y nos olvidaríamos de la gente y de todas nuestras preocupaciones. Estaríamos una eternidad allá afuera, tu y yo, lo demás no importaba. Dos años después terminarías este proyecto, y estando preparadas para el gran momento, recordé a mi familia y a mis amigos. Juré que jamás los abandonaría, así que te pedí disculpas y dije que no iba a acompañarte. Te deseé suerte y ni lo dudaste, te fuiste para siempre a otro universo, descubriendo nuevos mundos y disfrutando del vuelo. Los primeros años sin ti no los pude superar, al fin y al cabo nadie era igual. ¿Quién me consolaría tal como tú lo hacías cuando me sentía mal? ¿Quién me acariciaría esas noches de insomnio, me contaría anécdotas tan interesantes como las tuyas, y me hablaría de sus planes y experimentos? Creía que nunca lo iba a superar. Pasaron 10, 20, 30, 40, 50 años... y jamás volví a saber nada de ti. "Seguro que estarás visitando otros mundos, y descubriendo más secretos del espacio exterior" pensaba "seguro que también conociste a alguien más que te acompañara en tu viaje, y estoy feliz por ti, pero te necesito, y mucho". Estaba ya en la última época de mi vida, sufriendo de dolor. Pero no era dolor físico, si no por el vacío de mi corazón. El dolor era cada vez más profundo, pero yo te seguía esperando, no todo es para siempre, pero eres la única persona a la que en verdad he amado. Una noche en el acilo de ancianos, todo el personal médico se dirigió a mi cuarto, pues ahora realmente estaba agonizando. Luego de un mal sueño tuve fuertes dolores abdominales que terminaron en un infarto auricular. Al parecer mi cuerpo no lo podía soportar y termine internada en un hospital. Estaba débil y frágil, jamás me sentí tan cerca de la muerte como ahora, mientras mis compañeros de cuarto eran visitados por su familia yo me quedé completamente sola, pues desde que te fuiste no tuve nadie que me amara ni mucho menos con quien dejar descendencia. Durante la madrugada y debido a mis problemas de insomnio pude divisar en el cielo una estrella fugaz, el único deseo que pedí en mi mente es terminar con este sufrimiento y estar contigo. De pronto del cielo brotó un resplandor y de este uno aún más grande, me había asustado bastante. Empezó a soplar un viento tan fuerte que hizo que la ventana se abriera, la enfermera que se encontraba cuidándonos se había ido hacia un rato, y yo no tenía fuerzas para levantarme y cerrarla. Un rayo de luz culminó y yo asustada me quedé mirando a afuera. "Tranquila, ahora estamos juntas" escuché que alguien me susurraba, era una voz bastante familiar pero aún no lograba reconocerla, conseguí girar la cabeza aún débil y cuando vi quien era sentí que el mundo se me iba abajo. Eras tú, tan joven y hermosa como siempre, no habías envejecido, seguías siendo tal como la última vez que te vi. "He vuelto por ti. Ahora vamos, tengo muchas cosas que contarte y enseñarte" me tomaste de la mano y de repente empecé a rejuvenecer, los dolores desaparecían y mis huesos se fortalecían, mis arrugas desaparecieron por completo y volví a ser joven. Como si fuera un don levantaste tu mano e hiciste aparecer un portal, ambas nos dirigimos a su interior y nos encontrábamos en un mundo distinto, totalmente desierto, en el que tu y yo estaremos solas, sin nadie más, amándonos, y siendo jóvenes para toda la eternidad. El Alguien Creí que lo había superado, a pesar del tiempo y la distancia que mantuve con ella, jamás pensé que una simple mirada hacia su hermoso rostro cambiaría mi vida para siempre. Sin dudas, todos tenemos ese alguien. Ella es EL ALGUIEN. Sus labios color escarlata y su mirada azul cristalina, esa característica estética natural que tiene, sin dudas tenía en frente de mis ojos a la perfección divina en persona. Cada vez que estoy a su lado evito ser demasiado obvia con respecto a la manera que me expreso, pues cuando estoy con ella es como si el tiempo se detuviera y sacara a mi extraño sexto sentido de el rincón más oscuro de mi ser interior. La verdad es que es difícil de pensar que los humanos seamos capaces de sentir cosas tan semejantes como el enamoramiento, nunca experimenté algo igual por alguien, siempre ha sido su causa el desahogo de mis sentimientos a través de mi respiración agitada y mis manos respondiendo a raras señales nerviosas. Puedo recordar aquel abrazo inesperado de su parte que conmovió mi ser entero, puedo recordar como empecé a sentirme atraída hacia ella de otra manera a la que normalmente lo había sentido los cinco años anteriores desde que la conocí. Me di cuenta de lo que tenía en frente mío, sabía que no habría nadie que la supere o la iguale, sabía que tenía suerte de tener una relación cerrada con ella, pues no siempre tenemos la ventura de encontrar a nuestro Alguien y ser amigo de él tan fácilmente. Recuerdo cuando a pesar de que no hablábamos nunca y que nuestro único medio de comunicación eran las miradas y gestos, inesperadamente me abrazó contra su pecho y fue ahí cuando el mundo se detuvo. Era una etapa de mi vida en la que estaba muy aislada de la sociedad y había perdido varias amistades, pero ella no me había olvidado y ese abrazo, significó mucho para mí. Ese abrazo que es significativo que le causas ternura a alguien, pues es probable que mi baja estatura y mi apariencia de púber le haya causado un tipo de reacción emocional. La verdad es que no sabía claramente la razón de ese abrazo pero sin dudas fue lo mejor que me pasó en ese entonces. Como sea, a lo que quiero llegar, es que cuando tratas de evitar a el Alguien, te das cuenta de que no es posible, pues después de todo, esa persona fue enviada al mundo por una sola razón: atraerte, enamorarte, ilusionarte y atraparte en su pequeño mundo del cual jamás, jamás podrás escapar. Gracias! |
Leogon « Citoyen » 1427755620000
| 0 | ||
Poleole Bonitas historias candet~ |
Neraksofia « Citoyen » 1428253140000
| 0 | ||
Me gusto "El alguien" Sigue asi c: |
Candet « Citoyen » 1428629280000
| 0 | ||
Muchas gracias ♥ |
Multiaqua « Citoyen » 1428672000000
| 0 | ||
Duh. Me he enamorado de las tres historias. En especial, de la primera. El título me atrajo porque aún perdura en mi interior cierto trauma de mi infancia y todo lo que lleve la palabra "muñeca" me atrae de sobremanera porque sé que voy a asustarme. ¡¡¡Sabía que iban a moverse!!! Pero ese final realmente no me lo esperaba. Creo que por eso me encanta. |
Candet « Citoyen » 1429322100000
| 0 | ||
Multiaqua a dit : El final depende de la perspectiva del lector su interpretación (?) Muchísimas gracias :3 |