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La mente entiende las razones, pero el corazón sufre de dolor.

Noskuki a dit :

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Se dice, que muchísimo antes que la historia surja o que las galaxias se formen, incluso tan pretérito que los remanentes de las memorias de los antiguos dioses, fueron aquellas palabras que de niño una vez me contaron.

Atrapados en un sueño fugas llamado vida, la imaginación impropia de alguien que se atrevió a soñar entre polvo estelar, por eso dicen o más bien cuentan que vivimos en dos lugares a la vez, una especie de dos dimensiones separadas entre la terrenal y la espacial… nuestra mente se divide en dos grandes fragmentos que equidistan uno del otro, sin comprenderse en lo absoluto, entre lapsus se buscan a través de ellos, por eso nosotros buscamos la verdad entre las estrellas, añorando el gran espacio, como si en ese lugar estuviera aquello que espera a nuestro regreso…

Entonces, conforme avanza el tiempo en su dimensión nosotros vamos asimilando la información terrenal, y dejamos de buscar estrellas en el firmamento por buscar ahora huellas en la arena borradas por la ligereza del agua en una espesa espuma de mar, y entonces en la mente nos dividimos en dos clases, aquellos que explotan al máximo su vida entre atardeceres disfrutando su paso por este mundo, haciendo de cada pequeño espectáculo algo digno de sorpresa y admiración, volviendo algo simple en lo más sublime a través de su pensamiento fingiendo que no hay un fin, viviendo en un bucle mecánico por simple inercia, empujados solo por el ideal de una nueva aventura terrenal…

Y la otra parte, que miran las cosas desde una óptica especial, que captan cada efímero momento entre ideas que viajan tan rápido que se pierden en segundos sin llegar a plasmar un concepto independiente y todo porque colisionan entre otros pensares, que elevan su mirada para admirar la belleza inmensurable de la luna, estirando sus manos tan alto intentando tomarla, tan curiosos que buscan el significado del naranja del atardecer, que no dejaron de contar estrellas, que buscan desenmarañar toda la tela del universo, aquellos que son felices al contemplar el anochecer, buscando en la soledad de la noche la compañía de los astros, rompiendo ataduras, viviendo con el ideal de buscar su felicidad en algún lugar del vasto espacio.

Pero… como una vez mencioné, hay excepciones, hay quienes vivimos de la misma manera que en esos recuerdos, que aun alzan su cabeza cada noche con la intención de mirar una estrella, que se deleitan de un atractivo inagotable e infinito, que vivimos la dimensión espacial de una forma diferente, que nos volvemos a encontrar en cada ocaso dejando olvidada la ansiedad del mundo con una simple mirada, viviendo fascinado de todo lo que nos rodea, que buscamos la esencia del poco polvo estelar incluso aquí, en un simple café, o en la sonrisa anhelante que te roba el aliento por dos segundos, que comprenden que la vida es corta y todo es empírico a su absurda manera de ser, que aún busca su felicidad entre las estrellas sin olvidarse de lo magnifico que es la vida en la tierra…

Y es que… como me dijeron una vez cuando era niño, que todos tenemos dos vidas, una terrenal y otra espacial, en el momento de nacer también una estrella se forma ¿quién sabe en realidad? Pero según aquellas palabras, esa estrella somos nosotros y cuanto más brille más felices seremos, entonces al morir aquellos que te extrañan pueden mirar al cielo y si tienen suerte los visitaras como una estrella fugaz que atraviesa curiosa por la ventana, dejando la puerta abierta para un deseo solo para regresar la sonrisa de quien nos amó.

　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　
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「信じてた事 正しかった」